De acuerdo con un reporte de Greenpeace lanzado el domingo, el paso por los mercados de cientos de miles de smartphones, su adquisición y rápido desecho por parte de los usuarios ya está dejando una significativa huella ambiental, pues de éste mal hábito han pasado casi 10 años.
El reporte señala, entre otras cosas que los dispositivos contribuyen significativamente a las 50 toneladas métricas sólo de residuos electrónicos que se prevé serán generadas a finales de éste año.
Si todos los dispositivos producidos desde el año 2007 (año de lanzamiento del primer Iphone) fueran funcionales actualmente, habría suficientes para que cada persona del planeta tuviera uno. Sin embargo, el sistema derrochador que se vive actualmente obliga a los usuarios a sentirse presionados por actualizar siempre sus equipos, ya que el promedio de uso de los mismos se encuentra en tan solo 2 años.
“Cuando tomas en cuenta todos los materiales y la energía requerida para fabricar éstos dispositivos, sus cortas vidas y la tasa tan baja de reciclaje, es claro que no podemos seguir así”. Dijo Elizabeth Jardim, campañista corporativa en Estados Unidos.