Laura Olivares: cuando el miedo se transformó en lucha

El miedo se transformó en lucha, hubo lágrimas, muchas quizá, pero se mantuvo de pie; Laura no se dejó amagar por listones teñidos de rosa, se convirtió en una verdadera guerrera, de esas que no se dejan caer junto con su cabello; hoy es una sobreviviente del cáncer de mama.

Los cuarenta años tocaron su puerta, con ellos también un diagnostico que la asustó, la palabra “cáncer” retumbó en su cabeza, aunque esperaba que fuese errado, la enfermedad estaba en su cuerpo, alojada en su seno derecho.

-¿Qué significa para ti la palabra cáncer?

-Al principio por mi profesión, solo era una enfermedad, pero cuando me dieron el diagnostico me angustió saber que yo era parte de la estadística, hubo un duelo y tuve que pasar por todas las etapas hasta llegar a la aceptación.

En su cuerpo pasaba algo diferente, el dolor en las mamas fue el primer indicador de que debía escucharlo, después un bulto que descubrió luego de una auto exploración y después las máquinas y equipo médico lo confirmaron, era cáncer de mama, por suerte –si es que así se le puede llamar- uno de los más comunes denominado Carcinoma.

Laura Elena Olivares Gutiérrez dedicada a la enfermería desde hace 27 años, irónicamente se convirtió en paciente de sus compañeros de trabajo, tuvo por momentos que colgar su cofia y calzarse su bata de paciente.

“Sí, tuve miedo, mucho miedo, miedo de dejar solas a mis hijas”; con esas palabras reafirma el tamaño de guerrear que se necesita ser para que, aún aterrada, se pueda levantar, secarse las lágrimas y seguir adelante por un camino desconocido y doloroso.

-Si tuvieras la oportunidad de dar unas palabras de aliento a cada mujer que será diagnosticada con cáncer de mama, ¿cuáles serías?

-La palabra cáncer no es sinónimo de muerte; luchen, quiéranse, cuídense, sean fuertes, luego de haberlo vencido, serán mujeres diferentes, serán mejores mujeres.

Laura lo constató, es hoy una mujer diferente, no se dejó sucumbir ante el asesino de casi 6 mil mujeres que perecen al año en nuestro país, ella no se convirtió en una de las féminas que fallece cada 90 minutos en México; “soy Laura y soy sobreviviente del cáncer de mama”.