Ante la contingencia sanitaria que se avecina, los sectores que se verán más afectados serán los de manufactura y aquellos que mantienen grandes empresas en donde concentran a centenares o miles de trabajadores por turno, consideró Jesús Enrique Ramírez Pérez, líder de la CROM en Aguascalientes.
La expansión del virus y el aumento de la cifra de casos detectados ha llegado a México, lo que ha provocado una serie de medidas en todos los niveles para garantizar la salud pública de los mexicanos
En el sector empresarial, una de las alternativas propuestas es el llamado home office, que no es otra cosa que el trabajo en casa con interacción vía internet. Si bien, esta opción es efectiva e impulsada desde hace tiempo, se estima que en México sólo en el 40% de las empresas del país podrían implementar la medida.
Una gran parte del sector depende de internet y el acceso a una red de calidad, estable y veloz, lo cual es vital para asegurar el rendimiento cotidiano de las operaciones. Pues bien, en el caso de una política de home office general ante la pandemia de COVID-19, el papel de una conexión de calidad en casa sería fundamental y es en este escenario donde surgen algunas dificultades, pues en México los servicios de internet siguen presentando grandes desafíos.
Sólo poco más de la mitad de los hogares cuentan con internet, 56.4%, es decir unos 20.1 millones. A nivel general, de las conexiones móviles y en hogares, el 50.1% reporta un servicio deficiente, con interrupciones y lentitud de transferencia.
Esta situación de emergencia sanitaria pondrá a prueba a empresas, empresarios, sindicatos y trabajadores, para establecer medidas que logren blindar la planta productiva y que no se genere el desempleo, ya que en un escenario en donde los empresarios y trabajadores no protejamos las fuentes de empleo, tendría efectos también catastróficos, consideró el líder de la CROM.
