¿Sacrificarías tus amistades por una causa altruista? ¿Gastarías tus quincenas completas para ayudar a quien lo necesita? ¿Invertirías todo tu tiempo para lograr el cambio social?
Estas son 3 causas que Elsa Beatríz Hernández Medina, maestra jubilada y presidenta de la fundación Ángeles de Mascotas ha realizado toda su vida.
Ángeles de Mascotas es el único albergue formal en Aguascalientes. En él habitan más de 200 animales entre perros, gatos, ardillas, zarigüeyas, etc. Desde 2004, la misión de esta asociación civil ha sido recibir animales de la calle en condiciones de abandono y sobretodo maltrato extremo con el objetivo de rehabilitarlos y conseguirles un espacio digno para vivir.
Descalabró a su primo pero salvó una vida
Elsa recuerda su primer rescate: “Fue cuando tenía 3 años, fue un gato que uno de mis primos andaba ahogando y pues desgraciadamente mi primo terminó descalabrado. Ese gato lo recogimos y duró 17 años con nosotros hasta que falleció ya de viejito. Se llamaba Chacho”.
A partir de ese momento se dedicó ayudar en lo que podía a los que consideraba sus únicos amigos. Elsa es hija única y confiesa que no siempre tuvo buena relación son sus primos; era solitaria y prefería pasar el rato con animales.
Un gran apoyo que hasta hoy conserva es el de sus padres; de niña llegó a tener más de 100 gatos que ellos alimentaban, además destinaron parte de su hogar a un refugio para los mininos. Hoy, su madre se encarga de los animales ancianos; les prepara comida especial y los cuida.
Un albergue completamente privado y sin apoyos que sale adelante
El albergue es un predio de 700 metros que fue adquirido con el crédito de jubilación de Elsa. Está dividido en 4 áreas adaptadas para diferentes especies. Todas ellas cuentan con espacios para asolearse, sombras, cuartos… En resumen, todo lo necesario para una estadía digna y cómoda.
Además, la fundación cuenta con otro espacio destinado a la rehabilitación y diagnóstico de los animales que reciben antes de pasar al refugio.
Ángeles para mascotas es una asociación que no recibe apoyo. El recinto es operado de manera privada y literalmente Elsa se gasta toda su quincena en el. En el refugio colabora su hija, quien se ocupa de la limpieza, rescates y curaciones, le ayuda su novio en cualquier actividad que se requiera.
Actualmente habitan en el lugar 160 perros, 60 gatos, 15 zarigüeyas, 4 tortugas, 1 ardilla y muchos pajaritos.
Así es un día de trabajo: Lo primero que hacen es revisar cómo amanecieron los animales que están en recuperación. Les cambian pañales, los limpian, les dan de comer y los bañan. Después se dirigen al albergue para dar de comer y lavar diariamente los contenedores de agua.
Específicamente el área de perros siempre se mantiene con croquetas, lo cual ayuda a disminuir su ansiedad y evitar pleitos. Elsa asegura que en el albergue los perros son 100% sanos.
Propósitos de año nuevo
Este año la fundación busca reforzar sus labores de concientización, hacer esterilizaciones y promover muchas adopciones pero responsables. A futuro la asociación quiere cambiar el modelo de operación y la imagen del antirrábico.
“Queremos que el estado se ponga las pilas con un albergue para que los animales tengan una segunda oportunidad. Un albergue público sería maravilloso. La misma gente acudiría a ayudar, a adoptar. Queremos que ese centro antirrábico cambie completamente y que sea un centro de integración y adopciones para el estado. Y si no se hace nosotros seguiremos haciendo la lucha con lo poquito que podamos”.
